
Viajé en avión hace poco, escuchando una orquesta no muy agradable por llamarlo de una manera, pero dicho de otra manera mas directa... eran unos malditos y malcriados niños llorando, pude reconocer a dos hermanos gemelos vestidos iguales (por qué los papás les hacen eso??, nunca lo entenderé), aunque se oían mas llantos provenientes de otros lados que no pude identificar todo empezó porque empezaron a pelear y a gritar, entonces los retaron, y se largo el recital, estuvieron un buen rato llorando los mocosos de moledera, mientras yo intentaba leer La Nausea de Sartre, que pensandolo bien el título era bastante acorde (no literalmente) a lo que me produce la gente gritona y en especial los niños gritones.
Después los ánimos se calmaron, pude estar un corto período de tiempo en paz, hasta que los susodichos se dieron cuenta que atrás de ellos iba sentado otro niño a lo cual, se dieron vuelta y empezaron: "hola", a lo que el niño respondió "hola", luego los gemelos le dijeron al unísono "hola", y el otro niño le respondió con otro hola, y asi siguieron los holas, cada vez elevando mas la voz hasta terminar gritando.
Yo, seguía sentado, no muy comodo, por lo estrecho del asiento y porque el sujeto del al lado apoyó los codos al lado mío entonces no podía afirmar bien mi libro, pero principalmente con la rabia de que me hayan quitado en el control del aeropuerto el explosivo plástico que reservo para este tipo de ocasiones, en fin, la Ley de Murphy en todo su esplendor.
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